17 de junio 2022

7 horas y 16 minutos de sueño seguido y 1 hora y 20 minutos de sueño profundo. Terrible calor que no cesa fuera de mi ventana y lejos, en mi tierra, mientras, viento del suroeste, diríase levante ligero y casi nublado.

Están pasando cosas, muchas cosas, ya es junio, mediados y hay mucho pendiente. Mi cuadro sobre el interior del baluarte de Santiago está casi terminado, a falta de retoques que voy dando una y otra vez sin encontrar el punto que me deje satisfecho. Ya estoy pensando en mi nueva obra, creo que será una puerta que vi en un pueblo perdido de la sierra de Segovia. Tengo claro el formato y el soporte, y debo asegurarme de que los pueda encontrar en casa. Y espero usar una técnica diferente para lograr el mismo efecto fotográfico. Sin embargo, no me encuentro muy seguro, no soy capaz de alcanzar la perfección de algunos hiperrealistas rusos y chinos, y sé que mi formación es excesivamente afrancesada, cercana a los simbolistas e impresionistas.

Me he levantado un poco más tarde de lo previsto y prometí a Castrortega asistir a su exposición en el Matadero. No nos conocemos personalmente pero tenemos amigos comunes. Ojalá algún día podamos conversar sobre Arte y Poesía. Esta mañana aparece publicada una entrevista a Fernando Castro Flórez en el ABC, periódico en el que escribe artículos dominicales desde hace muchos años. Ya era un asiduo en la época de lectura de mi tesis. Estuvo en el tribunal. Aprendí cosas de él en la ponencia. De estos actos no se suele salir bien ilustrado porque lo que se busca es la nota, el reconocimiento. Para no ponerme nervioso, me lo planteé como una experiencia nueva donde aprendería cosas. Así fue. Pero mejor hablar de esto en sus contenidos.

También me entero de que la asociación de artistas mexicanos La Mera A.C. ha realizado un mural sobre la diosa Mahayuel, creadora y criadora de la tierra fértil y nacida de un maguey, en el nuevo restaurante Alambique Mezcalería. Les visité el martes pasado, creo. Tienen un taller conjunto cerca del Puente de Vallecas y los seis trabajan duro en condiciones casi infrahumanas, sin ventilación ni aire acondicionado. Cuando estuve dentro, el calor me pareció terriblemente insoportable. No sé cómo pueden producir así. Estuve con Teniente, Manu y Ernesto, creo.

Hoy tendré tareas, pero el calor arrecia y desanima salir de casa. Llevo días sin entrenar nada, el gimnasio está un poco lejos y no hay apenas aire en la calle.

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